Un remedio casero contra el catarro en nuestro país, la cebolla. Por parte de sus defensores se presenta de diferentes formas, ya sea partida a la mitad y colocada en la mesita de noche mientras duermes, mezclada con agua y azúcar, hervida para respirar sus vapores... Sus usuarios defienden que la cebolla puede actuar como un analgésico natural, hidratando las mucosas y calmando la irritación. Pero ¿es esto verdad?
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el alimento y sus utilidades farmacéuticas (útiles incluso contra el colesterol y la diabetes), pero también afirma que hablando de enfermedades respiratorias o fiebres todos sus usos se aplican únicamente a la medicina popular, sin presentar datos clínicos o experimentales respaldados.
Además, como bien recalcamos en otras entradas de nuestro blog (como, por ejemplo, aquella en la que hablábamos de la creencia de coger catarros por estar descalzos), tanto el resfriado como la gripe están causados por virus, por lo que la defensa de su uso (que es más bien de carácter antibacteriano) no tiene fundamento.
Cabe destacar finalmente que muchas personas piensan que este remedio sí tiene éxito fundamentado porque se ven sometidas al "efecto placebo". Debemos tener en cuenta que en la mayoría de los casos los síntomas de la tos desaparecen en un espacio temporal bastante corto, por lo que muchos asumirán que es gracias a la cebolla cuando simplemente es el curso natural del catarro.
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