Un gran número de mujeres presentan una anomalía en los pezones conocida como "pezones invertidos". En estos casos, el pezón en lugar de protruir hacia el exterior se encontrará mirando hacia el interior de la mama, dejando como manifestación visible una forma cóncava. También reciben el nombre de "pezones planos" (aunque éstos tendrían el matiz de no protruir hacia dentro sino estar, como su propio nombre indica, planos).
Debido a la diferencia en la forma genérica a la que se nos ha expuesto desde siempre, muchas mujeres piensan que al presentar esta anomalía no podrán ofrecerle lactancia materna a sus hijos, lo cual es erróneo. Existen diversas maneras de conseguir la alimentación maternal, la mayoría de ellas a partir de un cambio de forma temporal del pezón.
Por una parte, antes del parto se puede hacer uso de artilugios que utilizan un mecanismo de vacío para ir estimulando la salida del pezón antes del nacimiento del bebé.
Por la otra, una vez ya nacido el bebé, en muchos casos es él mismo el que consigue corregir la forma mediante su agarre. Aún así, si no se da ese caso también podemos recurrir a otras soluciones, como el uso de un extractor de leche anterior a la toma, la utilización de una pezonera de silicona fina (lo más fina posible), o aplicar la "técnica de la jeringuilla". Esta técnica se basa en la utilización de una jeringuilla cortada en su parte superior y con su émbolo volteado, consiguiendo que se pueda colocar la parte trasera de la misma sobre el pezón, y ejercer así presión hacia fuera, mediante el émbolo.
Sea de la forma que sea, hay muchas opciones diversas para solucionar esta anomalía a la hora de ofrecer lactancia materna. No debemos olvidarnos nunca de realizarlas todas con supervisión y ayuda de un profesional en el ámbito.
Para más información, puedes consultar el siguiente link.
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