Parémonos a pensar en el concepto del resfriado. Un resfriado es aquella enfermedad catarral de las vías respiratorias, normalmente producida por virus (o bacterias). Por lo tanto, los virus son los que tienen que entrar en nuestro organismo para afectarlo, y no hay manera de que lo hagan a través de los pies. Lo podrán hacer de forma directa (al hablar, estornudar...) o de forma indirecta (a través de las manos), llegando hasta nuestras mucosas, pero nunca lo podrán hacer a través de los pies.
Por lo general, relacionamos el constipado con el invierno, pero la única razón que establece una unión entre el resfriado y el invierno es el hecho de que, al encontrarnos ante temperaturas mucho más bajas y menos renovación del aire dentro de los espacios cerrados, los virus podrán propagarse de una forma mucho más sencilla.
Por último, también debemos destacar que el frío hace que la mucosa de la nariz presente mayor vasoconstricción, lo que hará que disminuya la barrera de leucocitos que se presenta en ella, y por lo tanto también la barrera protectora de los gérmenes que estos constituyen.
Por ello, el estar descalzo no es un causante directo del resfriado.
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