Sin embargo, debemos evitar por completo esta práctica y destacar que es muy poco recomendable e incluso dañina para nuestra cara. Realmente lo que hace este producto es irritar la piel y causar enrojecimiento y escamación, por lo que algunos pueden llegar a confundir esto con la "sequía" de las espinillas.
Ante estos casos, siempre debemos ser cuidadosos con nuestra dermis y emplear productos hechos específicamente para uso facial, sin recurrir a remedios caseros que puedan llegar a tener consecuencias peores.
A continuación ofrecemos un link para obtener más información y otro en el que observamos la historia personal de una presentadora televisiva al respecto de este tema.
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