Es muy habitual estar a punto de ducharse y escuchar a alguien a tu alrededor preguntar: ¿Vas a ducharte ahora, después de comer? Va a darte un corte de digestión....". Pues esto, una vez más, es una verdad extendida pero completamente falsa.
Si que es cierto que debido a que acabamos de ingerir alimentos, nuestro organismo va a hacer uso de mayor suministro de energía y flujo sanguíneo hacia la actividad de la digestión, lo que hará que el resto de nuestro cuerpo, como por ejemplo el cerebro, tengan menos aporte de la misma, pudiendo hacer que nos sintamos somnolientos.
Pero también es cierto que el ser humano es sabio, y una de las características que lo representan es la termorregulación, capacidad que conseguirá que se mantenga una temperatura estable en nuestro interior ante variaciones no muy extremas de la temperatura externa. De esta forma, conseguiremos la homeostasis o equilibrio y, por ello, una ducha (incluso siendo de agua fría) no debería afectar a nuestro funcionamiento habitual.
Aquí adjuntamos un vídeo explicativo al respecto
No hay comentarios:
Publicar un comentario