La donación de sangre se trata de un procedimiento muy común, que puede realizar cualquier persona que cumpla una serie de requisitos. Pero, ¿y la donación de médula ósea?
La donación de médula ósea se trata asimismo de una intervención simple y libre de peligro alguno para el que la aporta. Esta consiste en una extracción, mediante una jeringuilla, de sangre medular, lo que puede mostrar gran diferencia en la vida de personas que padecen leucemia, linfoma de Hodgkin (tal y como se muestra en la noticia inicial) u otras enfermedades que afectan al torrente sanguíneo.
A la hora de considerar si dar el paso o no, probablemente surgirán muchas dudas. La primera de ellas, es la mencionada en el titular anterior: la falsa creencia de que es doloroso. Esto se debe a que se cree que la médula ósea se extrae de la columna vertebral o médula espinal, mediante una punción. Pero esto no es así en ningún caso. La sangre medular se puede extraer con un catéter en un brazo, tal y como una analítica normal y corriente, o en quirófano puncionando el hueso de la cadera, pero con el donante sumido en una anestesia general.
Por ello, donar médula no es doloroso. Es un acto voluntario y altruista, que puede cambiar la vida de una persona.
Para saber más, se incluye a continuación un vídeo en el que se explica de una forma muy visual todo el proceso que se sigue para donar médula ósea.
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